La Historia de Vida de Michelle

Mi nombre es Alicia, soy la madre de una prematura extrema Michelle, nacida el 16 de Julio del 2002 con 28 semanas de gestación, su fecha de parto era 6 de octubre por lo que se adelantó tres meses a su gestación completa. La causa fue un hematoma en la placenta que se encontraba baja, llamado también placenta previa. Los sangramientos comenzaron a las 24 semanas de gestación, el emba razo durante su curso fue totalmente normal, hasta ese momento. Luego de dos semanas de reposo absoluto fui internada con contracciones y amenaza de parto, recibí tratamiento intravenoso para detener las contracciones y además antibióticos para prevenir una posible infección, las contracciones sólo disminuían más no se acababan, al igual que los sangramientos, al quinto día de hospitalización luego de tanto stress psíquico y físico rompí fuentes. La bebe venía podálica razón por la cual tuvieron que hacerme cesárea en la madrugada del día 16.

Michelle nació pesando unos 1120 gramos, midió 37 cm de largo, nació respirando por sus propios medios ya que mi medico me prescribió esteroides para madurar los pulmoncitos de la bebe una semana antes de la cesárea. El neonatólogo nos dijo que las primeras 72 horas eran decisivas por lo que tuvimos que esperar con gran ansiedad y esperanza. Michelle estuvo 4 días conectada al respirador, luego estaba con oxigeno dentro de la incubadora. Diariamente me extraía la leche materna con ayuda de un tiraleche… empezó tomando 3 ml de leche materna alternada con una formula especial enriquecida para prematuros cada tres horas por sonda nasogástrica.

Ella tenía una posición podálica al nacer que mantuvo durante varios días al igual que un color rojizo de piel, producto de su inmadurez. En nuestro país el régimen de visitas es más restringido en ciertas clínicas por lo que nos permitían visitarla únicamente entre 10 a 15 minutos por la mañana e igual por la tarde. Durante ese tiempo tratamos de darle mucho amor y la acariciamos a través de las puertillas de la incubadora, debíamos lavarnos las manos hasta los codos y colocarnos una bata y gorro para poder acariciarla unos minutos.

Michelle estuvo 50 días hospitalizada y solo a su papá y su mamá les estaba permitido visitarla. Fueron días muy duros pero nos alentaba ver como mejoraba cada día, como bajaba la cantidad de oxigeno que ella requería en la incubadora hasta llegar al porcentaje normal 21%, como iba ganando peso y tamaño, eso nos daba mucha fuerza y esperanza para soportar dejarla en la clínica e irnos a nuestra casa sin ella.

Todos los niños al nacer pierden peso, Michelle luego de 12 días de nacida pesaba 935 gramos. Celebramos cuando llego al kilo, cosa que ocurrió a los 20 días de nacida. A Michelle la pesaban y medían interdiariamente, hasta el día que nos la entregaron pesando 1670 gramos.

Es muy importante la alimentación que se le da a un bebé prematuro, Michelle aún toma leche materna unas tres veces al día (espero dársela hasta le año) y desde el inicio ha sido combinada con leche de fórmula, esta última se le complementa en la mañana con una dosis de vitaminas, específicamente Vitamina E “Aquasol” y Vitaminas A, C, y D, luego a media mañana y una hora y media antes de la próxima toma unas gotas de ácido fólico.

Como madre primeriza al inicio tenía muchos temores de sus cuidados en casa, fueron días tensos porque un bebé prematuro no luce como los otros bebés, una como madre siente que su bebé es muy frágil pero eso pasa muy rápido, por lo menos en caso de Michelle esta creció y se recuperó rapidísimo, para el momento de escribir este pequeño articulo, Michelle pesa casi 10 kilos y tiene 8 meses, su médico esta maravillado con su progreso.

Alicia.