La Historia de Vida de Lara

Un 17 de Diciembre de 2004 mamá fue al médico y su embarazo estaba bárbaro, nunca un mareo ni un vómito; pero el 21 de Diciembre le jugaron una mala pasada…había empezado con contracciones, todavía era muy pronto, tenía fecha de parto para el 17 de Abril del 2005; por lo cual el medico decidió internarla en el Sanatorio de La Trinidad y ponerle goteo para parar las contracciones. A partir de ese momento mis papis empezaron a contar los días, pues todavía era muy rápido para que yo naciera, los médicos les decían que deberíamos esperar. Así fue pasando el tiempo, pasamos la Navidad y el Año Nuevo internados, pero felices, porque todavía estaba yo en la panza, donde debía estar por mucho tiempo más. Pero el 5 de Enero llego, y las contracciones empezaron a ser mas seguidas y mas fuertes, por lo cual después de 16 horas de trabajo de parto, el obstetra le dijo a mamá que deberían hacerle la cesárea, porque a esta altura mi vida corría mas riesgo adentro que afuera.

Mamá y papá estaban inconscientemente felices porque me conocerían antes de tiempo, digo inconscientemente porque no sabían el largo camino que nos esperaba recorrer. El 06 de Enero de 2005, a las 18.56hs salí a este mundo…todo fue muy rápido, mamá apenas pudo darme un beso, que los médicos rápidamente me llevaron en compañía de papá hasta la sala de Terapia Intensiva de Neonatología, donde empezaría una larga y dura lucha. Sólo pesaba 855grs y tenia 25 semanas de gestación. Me llamaron Lara.

Fueron 60 días que vivimos en ese lugar, donde mis papis lloraban mucho, nadie podía entender tanto dolor, yo me portaba muy bien, aunque siempre algún lío hacia. Por suerte mi ductus estaba cerrado, mis pulmones, gracias a la maduración que había recibido mamá estaban bien, pero a pesar de ello hacia muchas apneas (las benditas pausas respiratorias), «de prematuros» decían los médicos, pero papá y mamá se asustaban mucho….nada era como ellos soñaban. Gracias a la ayuda de médicos, como la Dra. De Luca, la Dra. García, la Dra. Gorestein, el Dr. Di Gregorio, el Dr. Decaro, y muchas enfermeras como Natalia Ilari, Isabel Collar, Alejandra Lisciotto, y muchísimas más, mi mejoría se iba notando con el correr de los días, aunque mis apneas me seguían acompañando.

Los siguientes 29 días los pasamos en la sala de Cuidados Intermedios, lo cual si bien significo un alivio para mis papis, les costo acostumbrarse a los nuevos papás que les harían compañía, pues ya tenían a su grupo de apoyo, dentro de los papás de cuidados intensivos. Todo seguía siendo muy duro para ellos, el tiempo pasaba y ellos se notaban muy cansados, ya los asustaba cualquier cosita que yo hacia, mamá estaba conmigo todo el día, no se movía de mi lado; y llamaba toda la noche para ver como estaba; y papá cada vez que salía de trabajar salía corriendo para verme. Ellos veían como todos los otros bebes se iban a casa, mientras que nosotros seguíamos internados y aun pasaría mucho tiempo más antes de irnos, las semanas y las apneas no permitirían que la partida a casa estuviera cerca. Y así pasaron los días….y llego el momento en que mi estadía tuvo lugar en el sector de Cuidados Mínimos, ahora sí……mi partida a casa estaría mas cercana…..yo seguía creciendo y engordando…núnca baje de peso, solo al principio, que llegue a pesar 740grs…tomaba la teta y la mamadera, los médicos se notaban contentos por mi futura y cercana partida, YA NO HACIA APNEAS (papá y mamá no lo podían creer)…así pasamos los últimos 5 días de internación, hasta que por fin llego el 08 de Abril de 2005….nos íbamos a casa, con la alegría de haber cumplido y finalizado con un largo camino, que comenzó el día que decidí salir de la panza de mamá y con la tristeza de dejar allí a muchos de nuestros amiguitos, quienes no tuvieron la suerte mía y no llegaron a conocer el verdadero mundo, pero a los que mis papis nunca olvidaran.