Notas “Appunti”

Así como un tiempo se hacía en el colegio, dividiré esta página en cosas "buenas", que se deben hacer y decir, y cosas "malas", que no se deben ni hacer ni decir. 
Espero poder ser de tal manera útil a quien como yo ha debido enfrentar esta experiencia.

«SÍ»

Mimar, tocar y hablar apenas posible al bebé, empezando por el padre y apenas posible con la madre. Es una buena idea grabar la voz de la mama y hacérsela escuchar al bebé, si por unos días ella no puede ir a visitarlo.

Preguntar sobre las condiciones del bebé, exigir que sean dadas en la forma más clara y sencilla posible, sin esperar pero que os puedan dar certidumbre o predicciones de largo plazo; luego aprenderán que en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) se vive de momento en momento.

Ayudar a la mama a superar y derrotar el inevitable sentirse en culpa y inadecuada, tener mucha paciencia con ella haciéndole sentir que es indispensable en la relación con el bebé.

Fotografiar el bebé y llevarle la foto a la mamá, preparándola y diciéndole que no verá un tipito “muscular”, más bien un «patito feo» que pero la espera porque le ayude a transformarse en «cisne».

Muy rápidamente se darán cuenta que estos chiquitos, que a veces pesan solamente pocas centenas de gramos, son tercos y tienen un carácter, una voluntad y una gana de vivir que muchos adultos les deberían envidiar.

Cuando entren en el cuarto del bebé, traten de ser lo más serenos posible; los bebés prematuros se dan cuenta inmediatamente de la tensión; hagan lo que quieren cuando están afuera, pero “sean buenos” cuando están adentro.

Si tienen leche, traten de informarse si y como se lo pueden dar al bebé, as ayudará a sentirse madres; si no lo pueden amamantar, no se sientan mal, hasta dando el biberón (cuando llegara el momento) se puede instaurar un vinculo muy fuerte con el bebé (créanme, yo nunca amamanté).

Si se sienten mal, hablen con los médicos y con el personal de la UCIN; está previsto el apoyo de una psicóloga que os ayudará en los periodos mas difíciles.

Hablen con los otros padres que tienen la misma experiencia o que la han tenido: eso puede ayudar; no se cierren, traten de comunicar sus sentimientos.

Cuando finalmente el bebé llega a la casa, creen aquella intimidad que por meses han deseado, pongan un límite a las visitas de parientes y amigos sobretodo en los primeros días, para evitar demasiado virus y bacteria, sobretodo en invierno, pero también para tener un poco de tranquilidad: deben aprender a vivir con el bebé y a entenderlo.

Denle a las personas que son más cercanas la posibilidad de ayudarlos tanto materialmente (que los acompañen al hospital, que los ayuden en los trabajos domésticos, etc.) como moralmente; traten de no cansarse demasiado.

A veces cuesta llegar a la meta y no siempre, desafortunadamente, uno llega; es posible que su bebé encuentre muchos obstáculos; traten de ser fuertes y dedíquenle un amor especial, el amor que todos los niños “especiales” necesitan.

«NO»

La caja de los zapatos. Este tema merecería un capitulo entero.
Cuantos me han dicho: «Yo también naci pequeñito, me metieron en una caja de zapatos, pero después crecí…». Parece que tu hijo esté en la incubadora porque es la moda, podría estar mucho más cómodo en una caja de zapatos en la casa. Al principio me ponía furiosa, pero más tarde me puse a pensar que hoy en día las cajas de los zapatos ya no son como los de antes…

No digan nunca que la persona «X» que ha tenido un hijo de «Y» kg ha sido buena; digan más bien que ha tenido suerte y que todo corrió bien. Conozco a mamás de prematuros o recién nacidos admitidos en UCIN con problemas graves que merecen un monumento por la constancia y la terquedad que han demostrado. Estas mamas son muy buenas, las otras tienen mucha suerte.

Querer ayudar alguien a la fuerza a veces lleva a decir barbaridades como: «Si no te va bien con este bebé, tendrás otro», sin entender que este será siempre su hijo, no importa el peso, el pronóstico o el resultado; no se puede fingir que no haya nunca nacido.

No es necesario decir siempre algo, a veces se ayudan más a los demás quedándose callados o respetando su silencio y su privacidad.

Mónica Ceccatelli Collini, Presidente Associazione Genitori Neonati de rischio Piccino Picciò
Mamá de Francesco – ex prematuro, que nació de 29 semanas con 1080 grs., en Firenze, Italia.

Fue traducido del italiano por el Dr. Adriano Cattaneo – Médico de la Unidad de Investigación en Servicios de Salud y Cooperación Internacional, Instituto per l’Infanzia, Trieste, Italia. A quien le agradecemos profundamente! y adaptado por APAPREM.

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