La Historia de Vida de Rebeca

Hola yo soy Rebeca Danáe Carrizo, y les quiero comentar mi única y gran aventura que fue nacer.

Comienza así: el 26 de octubre la internaron a mi mamá en el Hospital Regional Río Grande, para realizarles unos análisis, ella tenia un poco de presión alta y yo menos líquido amniótico, lo que hacia que mi estadía en la panza empezara a molestarme.  Luego de los estudios realizados le dijeron que tenia pre-eclampsia, yo suponía que algo no andaba bien ya que me sentía menos placentera. Y a partir de ahí se dieron cuentas mis papis que faltaba muy poco para que nos conociéramos.

El primero de noviembre del año 2006, nací con tan solo 33.5 semanas de gestación y fue por cesárea, porque soy muy cómoda para andar empujando por ahí. Mi mamá me cuenta siempre lo nerviosa que se sentía. Apenas salí de la panza, sentí mucho frío por lo cual pegue un grito terrible pero enseguida me calme cuando la vi a mi mamá. Los médicos decían que yo era chiquita por lo que me llevaron enseguida a mi neo, ellos no se equivocaron porque pese 1680 kg y medi 42 cm.

Mi papá se entero unos minutos después de haber nacido, que era una nena y que me encontraba bien, él se encontraba en la sala de espera junto a mis abuelos y tíos. Me cuenta que se emociono mucho al saber que todo estaba bien. Además después de llevar a mi mamá a la habitación, él fue a verme y fue la primera voz que reconocí luego de haber nacido hacia una hora.

En mi neo pase 32 largos días, como dicen mis papis, mi mamá nunca salió del hospital ya que me había prometido que íbamos a salir las dos juntas, así que ella estuvo conmigo cuanto tiempo podía, en ese momento la dejaba ir a descansar un poquito para que tuviera mucha leche para mi. Mi papá estaba más complicado porque él tenía que ir a trabajar, para comprarme los pañales y mi ropita, ya que toda la ropa que tenían me quedaba enorme. Él trabajaba por la tarde así que iba muy temprano por la mañana a verme y luego bien tarde por la noche a decirme buenas noches y que sueñe con mis angelitos, como verán la estadía del hospital no fue muy agradable para nadie. Mis papis ya sabían leer el monitor de las pulsaciones y oxigenación, sabían colocarme el saturó metro en mis pies y manos, que me encantaba sacármelo, también sabían cuando se me salía la sonda, a que hora me tocaba comer, cuando dormía, a que hora me tocaba mi antibiótico, ya que me enferme estando en mi neo, se enteraron de la comida parentenal, porque como verán no soy ninguna santa y siempre hacia lió sino era con el saturó metro era con mi nido, o con mi pañal, siempre y a cada rato se enteraban que yo estaba ahí. A mi mamá le encantaba el contacto piel a piel, y a mi ni les cuento lo lindo que se sentía cuando me tenían upa mis papis junto a su corazón.

De esta manera fueron pasando los día hasta que con buena onda y mucho conocimiento por partes de mis tíos postizos (enfermeros y médicos), me dieron el alta el 3 de diciembre, salí con un peso de 1990 y midiendo 46 cm. Mis papis se pusieron muy contentos ya que no se esperaban el alta.

Apenas salimos del hospital fuimos a la casa de mis abuelos, ellos no sabían nada de que estaba por llegar, cuando me vieron se pusieron muy contentos y comimos un rico almuerzo, yo obvio mi sagrada teta.

Actualmente tengo 5 meses, y sigo siendo igual, ya no hago mas lío en el nido sino en mi cuna, giro en la cama, casi ya me siento porque me encanta tener todos mis juguetes muy cerca mío y observarlos a todos, y para que me conozcan más le muestro algunas de mis fotos preferidas.

GRACIAS POR CONOCERME!!!!

Y si estas pasando por lo mismo que pasaron mis papis, te doy un consejo que a mi me sirvió: “nunca bajes los brazos, no te des por vencido, porque la fuerza del amor puede todo aquello que la medicina no, y lo mas importante hacele saber esto a tu bebe, que él como yo, con mimos y palabras tiernas puede entenderte”  FUERZAS…

Romina Ruiz