¿Cómo comunicarnos con nuestro bebé?

La consulta al Equipo de Salud no reemplaza en ningún momento las indicaciones y sugerencias expuestas en este sitio. Es el Equipo quien debe contenerlos y apoyarlos, como además guiarlos por este hermoso camino que es compartir el crecimiento y desarrollo de sus hijos.

Entender su comportamiento.
Los sentidos, Cómo se desarrolla la vista, el oído, el tacto.
Caricias maternales.
La importancia del contacto piel a piel.
Síntomas de Estrés. Saber percibirlos.

El bebé prematuro es diferente al bebé de gestación completa y por lo tanto no debemos esperar que actúe como éste. Comienza a vivir en un ambiente sensorial muy diferente del intrauterino. Es necesario saber cómo están desarrollados sus sentidos para comunicarnos con él, conocer la importancia del contacto piel a piel y aprender a leer sus reacciones y sus posibles síntomas de estrés. Es importante no comparar el comportamiento de un niño prematuro con otros bebés internados. Cada uno tiene su tiempo. Y sobre todo no decaer en la tarea de entender al bebé. A veces es difícil comprender lo que necesitan.

Lo importante es observarlo e intentar comprenderlo.

 

ENTENDER SU COMPORTAMIENTO

En el último trimestre del embarazo se completan en el bebé los procesos de crecimiento en áreas que involucran el control muscular, la coordinación de movimiento y equilibrio. De ello dependen las respuestas a estímulos sensoriales, como luz y sonido, y el mantener un adecuado equilibrio metabólico. El recién nacido prematuro debe adaptarse a la vida extrauterina para la cual aún no está preparado. La conducta inicial de los bebés prematuros está relacionada con una continua inestabilidad, visualizada en el cambio de la frecuencia cardiaca, respiratoria, en el nivel de oxigenación, de su presión arterial o el color de su piel. Por lo tanto hay que favorecer la organización y el desarrollo de esas áreas que le faltan madurar.

Actualmente hay una teoría que describe cómo se organiza un bebé prematuro:

Cuando el niño alcanza el equilibrio fisiológico (como la respiración, el ritmo cardiaco, cambios de color en la piel, digestión, evacuaciones) posibilita el control motor (es decir la postura, los movimientos, el tono muscular) y de los estados de conciencia (despierto-dormido) en los que se inicia la interacción (por ejemplo mirar fijamente los rostros u objetos, prestar atención), y la respuesta social.
Diversas investigaciones han demostrado que con pequeñas acciones se puede ayudar a organizar a estos recién nacidos inmaduros y desorganizados.

Por ejemplo:
  • Ubicar la incubadora lejos de aquello que ocasione ruidos que puedan sobresaltarlo como canillas, piletas, puertas que se abren y cierran constantemente, teléfonos, radios, diálogos en voz alta.
  • Evitar la excesiva iluminación directa sobre el niño. Ofrecerle ciclos de luz y sombra. Cubrir las incubadoras durante la noche con sábanas gruesas. De esa forma no se interrumpe el sueño profundo.
  • Crearle límites a través de un “nido”, lo que le permite sentirse contenido y estimula la posición prenatal. Como les es difícil moverse contra la gravedad suelen mantener los brazos extendidos hacia adelante. Mantener esta posición mucho tiempo lo conduce a una rigidez del tono muscular y puede demorar su desarrollo motor.
  • Estimular la propia autorregulación favoreciendo:
    1. la oportunidad de succionar durante y entre comidas,
    2. la posición de flexión prenatal sosteniendo los bracitos y piernitas, mientras se lo manipula para atenderlo o para darle pecho o mamadera, envolverlo con una manta para mantener la posición al retirarlo de la incubadora.
    3. el estimulo del reflejo de prensión plantar y palmar con distintos elementos.
  • Procurar que la atención al niño sea en lo posible por las mismas personas, personal de enfermería de la UCIN, y tratando de reducir a lo necesario las intervenciones.
  • Evitar la sobrexcitación. Mirarlo, tocarlo y hablarle pero sin exageración.
  • Cuando muestre síntomas de estrés tratar de ayudarlo a superarlos con movimientos no bruscos, colocándolo en posición de flexión prenatal.

A medida que van sucediendo las semanas, el sistema nervioso del bebé se organiza. Puede autorregular los estados de disgusto o molestia llevándose las manos a la boca para tranquilizarse.
También doblando los brazos y manteniéndolos cerca del cuerpo deja de llorar y se mantiene despierto por más tiempo.

Poco a poco los papás se sienten protagonistas porque pueden identificar sus reacciones, pueden interactuar con él y establecer el vínculo afectivo, de apego. Los papás deben conocer la importancia del contacto piel a piel.

Es importante que el equipo de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales les transmita a los padres los conocimientos necesarios para posibilitar el cuidado de los hijos mientras se encuentran internados. Esto favorecerá el desenvolvimiento de los padres cuando se dé el alta hospitalaria al bebé.


 

LOS SENTIDOS. SABER CÓMO SE DESARROLLA LA VISTA, EL OÍDO, EL TACTO. Extraído de APEP

– Asociación es Parents d’ enfants Prématurés du Québec.

El oído: a las 20 semanas se encuentra bien desarrollado. Entre las 25-28 semanas de gestación puede diferenciar y responder a los diferentes sonidos. A las 28 semanas puede oír sonidos con una intensidad sonora como el habla normal y el cuchicheo.
El prematuro prefiere el sonido de las voces, sobre todo la voz de su mamá que es la que escuchaba mientras crecía en la panza.
Es importante comenzar hablándole lentamente, con suavidad, y luego en forma gradual retomar la voz normal. Se asusta con las voces altas y los sonidos fuertes.
Las cajas o los muñecos musicales, con melodías que suenan una y otra vez (rutina) pueden tener un efecto calmante.
Cantarle o hacerle escuchar música suave los estimula auditivamente.
A las 40 semanas, el bebé oye tonos bajos como cualquier adulto con buen oído.

La vista: tiene una maduración más lenta que el oído y el tacto. El desarrollo es más progresivo a partir de la semana 22 de gestación.

  • Pasa períodos cortos con los ojos abiertos y sin enfocar un objeto.
  • La luz fuerte lo hace parpadear o cerrar los ojos.
  • Con luz suave puede enfocar un objeto, aunque no sigue los movimientos con la cabeza.
  • Ve a una distancia de 20-25cm y de modo borroso porque aún no puede hacer foco como un bebé de gestación completa.

Inclusive los bebés de menos de 34 semanas pueden ser estimulados visualmente.
Mirando al bebé bien a la cara, manteniéndose una distancia de unos 20cm, se puede mover la cabeza, inflar los cachetes, hacer muecas. Todo esto llama la atención del bebé.
Colocar un móvil o una imagen en blanco y negro a un costado de la incubadora ayuda a la estimulación visual.

El tacto: se desarrolla muy tempranamente. Sin embargo su piel es muy frágil.
El bebé debe reposar dentro de la incubadora sobre una piel médica especial, que evita que se le produzcan escaras debido a que mantienen la misma posición por un tiempo prolongado.
La ropa debe ser suave, de tela de algodón, sin costuras.

Acariciar al prematuro, en ocasiones puede estresarlo. A medida que va madurando, las caricias maternales o paternales le producen sensación de placer y bienestar, y el contacto emocional le recuerda su vivencia prenatal.

Caricias maternales o paternales

 Si el bebé no tiene asistencia mecánica para su respiración, su ritmo cardiaco y respiratorio son lo suficientemente estables y no tiene signos de infección o temperatura, puede recibir caricias maternales. Es un pequeño masaje cuyos movimientos tienen que ser suaves, sin brusquedad, con calma, con ternura.

¿Cómo hacerlo?

• Es necesario estar relajado.
• Calentarse las manos y colocarse unas gotas de aceite de almendras.
• Acostar al bebé boca abajo.
• Masajear suavemente los muslos, la espalda y descender hasta las manos.
• Masajear la palma de la mano doblada en forma de cuña.
• Todo mientras se le habla con voz suave y dulce.

Pero es necesario observar bien al bebé. Si se perciben síntomas de estrés se debe interrumpir el masaje, no hablarle, no buscar su mirada. Dejarlo reposar sobre el pecho o introducirlo en la incubadora. Si está dentro de ésta, dejar la mano sobre él, sin hablar.
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LA IMPORTANCIA DEL CONTACTO PIEL A PIEL

A los recién nacidos los tranquiliza sentir el latido del corazón, la respiración y la voz de su mamá porque se asemeja al momento en que se encontraban en el vientre materno. Prolongar ese contacto íntimo con ella los lleva a recordar sus vivencias prenatales.
Los bebés prematuros, en cambio, no pueden establecer ese vínculo afectivo y contenedor con su mamá ya que necesitan ser atendidos inmediatamente en las Unidades de Cuidados Intensivos.

Numerosos estudios sobre prematuros fisiológicamente estables describen que el contacto piel a piel entre madre-hijo contribuye a:

  1. Incrementar el sueño profundo favoreciendo la maduración del sistema nervioso central.
  2. Disminuir la actividad motora y muscular, lo que favorece al ahorro energético.
  3. Reducir el llanto del bebé, aumentando la interacción y disminuyendo su estrés y la angustia de la madre.
  4. Incrementar un estado de alerta reposado que favorece a la interacción madre-hijo.
  5. Iniciar la estimulación somato sensorial a través de las caricias de la mamá (estímulos hormonales).
  6. Incrementar el peso al producirse un ahorro energético.
Asimismo:
  • No se registra aumento de infecciones y persiste la estabilidad fisiológica.
  • La temperatura corporal de la madre asciende o disminuye según la necesidad del bebé reemplazando a la incubadora.
  • La respiración es más regular y profunda, disminuyen los períodos de apnea.
  • La frecuencia cardiaca y la saturación del oxígeno se mantienen estables, con tendencia a un ligero incremento.
  • De esta forma se reduce significativamente la internación y se posibilita el apego y la interacción madre-hijo, al mismo tiempo que se estimula la confianza de los padres que sienten que ese bebé es su hijo y que ellos pueden cuidarlo.

El primer antecedente de este contacto precoz es el Método Madre Canguro.


 

SÍNTOMAS DE ESTRÉS en el cuidado del niño.

Durante los cuidados cotidianos como cambiarle los pañales, alimentarlo, realizar intervenciones como extraerle sangre, ponerle suero, sacarle radiografías, ecografías, o cuando se los sobre excita con los ruidos fuertes o la luz intensa, es probable que los bebés prematuros muestren síntomas de estrés.

Al observarlo puede que:
  • Cambie el color de la piel.
  • La respiración y el ritmo cardiaco sean desiguales.
  • Su cuerpo se arquee, se crispe, esté tenso, tiemble o esté flojo.
  • No se mantenga en posición fetal.
  • No se mantenga en estado de alerta o de atención por mucho tiempo.
  • No mire fijamente o se canse tratando de responder a los estímulos.
  • Le cueste recobrar la calma después de que se lo haya excitado.
  • No pueda prestar atención a dos estímulos a la vez, como alimentarlo y hablarle.
Los papás pueden aprender a leer sus reacciones. Si se manifiestan estos síntomas, hay que tratar de contenerlos, de ayudarlos a serenarse.

¿De qué forma?

  • Tratando de que mantenga la posición de flexión prenatal.
  • Minimizando la estimulación, sobre todo la sonora o luminosa.
  • Evitando hablarle.
  • Ayudándolo a que se lleve las manitos a la boca, las podrá chupar y eso lo tranquilizará.
  • Ofreciéndole algo que le permita apoyar los pies, le dará la sensación de contención.
Siempre es necesario comunicarle al personal de la UCIN los cambios observados en el bebé, por mínimos que sean. El equipo de salud orientará a los padres en el cuidado del niño.

2 Comentarios

Maria Laura Bochinfuso

El contacto madre hijo es muy importante. Lo vivi con mi hija y hoy q ya va a cumplir 3 años puedo ver cuan bien le hizo el contacto con mi piel. Y la sensacion increible que es ese contacto.

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